Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 9:38-40 verso por verso
Y he aquí, un hombre de la multitud clamó diciendo: — Maestro, te ruego que veas a mi hijo, que es el único que tengo.
He aquí un espíritu lo toma, y de repente grita y lo convulsiona con espumarajos; lo hace pedazos y difícilmente se aparta de él.
Yo rogué a tus discípulos que lo echaran fuera pero no pudieron.