Explicación, estudio y comentario bíblico de Lucas 9:51-59 verso por verso
Aconteció que, cuando se cumplía el tiempo en que había de ser recibido arriba, él afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
Envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos,
pero no lo recibieron porque vieron en su cara que iba a Jerusalén.
Al ver esto, sus discípulos Jacobo y Juan le dijeron: — Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma?
Él se dio vuelta y los reprendió,
y fueron a otra aldea.
Mientras ellos iban por el camino, cierto hombre le dijo: — ¡Te seguiré a dondequiera que vayas!
Jesús le dijo: — Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen nidos pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Dijo a otro: — Sígueme. Pero él le dijo: — Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.