Explicación, estudio y comentario bíblico de Malaquías 1:10-39 verso por verso
¿Quién de ustedes cerrará las puertas para que no enciendan en vano mi altar? Yo no tengo agrado en ustedes ni aceptaré la ofrenda, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos.
Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone es grande mi nombre en medio de las naciones, y en todo santuario se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda pura. Porque grande es mi nombre entre las naciones, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos.
Pero ustedes lo profanan pensando que la mesa del Señor es indigna y que su alimento es despreciable.
“Además, han dicho: ‘¡Oh, qué fatigoso!’, y me han provocado, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, al traer lo hurtado, lo cojo o lo enfermo y al presentarlo como ofrenda. ¿Lo aceptaré yo de la mano de ustedes?, ha dicho el SEÑOR.
¡Maldito sea el tramposo que teniendo macho robusto en su rebaño, y habiéndolo prometido, sacrifica al SEÑOR lo dañado! Porque yo soy el Gran Rey y mi nombre es temible entre las naciones”, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos.