Explicación, estudio y comentario bíblico de Malaquías 2:6-13 verso por verso
La ley de verdad estuvo en su boca y en sus labios no se halló iniquidad. En paz y en justicia anduvo conmigo y a muchos apartó del pecado.
Porque los labios del sacerdote han de guardar el conocimiento y de su boca ha de buscar la instrucción, pues él es un mensajero del SEÑOR de los Ejércitos.
Pero ustedes se han apartado del camino; a muchos han hecho tropezar en la ley y han corrompido el pacto de Leví, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos.
Por eso, yo también los he hecho despreciables y viles entre todo el pueblo, puesto que no han guardado mis caminos y hacen distinción de personas con respecto a la ley”.
¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado el único Dios? Entonces, ¿por qué traicionamos cada uno a su hermano y profanamos el pacto de nuestros padres?
Judá ha traicionado, y en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación. Porque Judá ha profanado el santuario del SEÑOR que él ama y se ha desposado con la hija de un dios extraño.
El SEÑOR eliminará de las moradas de Jacob al hombre que haga esto, al que da testimonio y al que responde, y al que presenta la ofrenda al SEÑOR de los Ejércitos.
“Y esto han hecho de nuevo: Cubren el altar del SEÑOR con lágrimas, con llanto y con suspiros porque ya no miro las ofrendas ni las acepto con gusto de la mano de ustedes.