Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 1:31-35 verso por verso
Él se acercó a ella, la tomó de la mano y la levantó. Y le dejó la fiebre, y ella comenzó a servirles.
Al atardecer, cuando se puso el sol, le traían todos los enfermos y los endemoniados.
Toda la ciudad estaba reunida a la puerta.
Y él sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades y echó fuera muchos demonios. Y no permitía a los demonios hablar, porque lo conocían.
Habiéndose levantado muy de madrugada, todavía de noche, Jesús salió y se fue a un lugar desierto y allí oraba.