Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 1:37-41 verso por verso
Lo encontraron y le dijeron: — Todos te buscan.
Él les respondió: — Vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que predique también allí porque para esto he venido.
Y fue predicando en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echando fuera los demonios.
Y vino a él un leproso implorándole, y de rodillas le dijo: — Si quieres, puedes limpiarme.
Jesús, movido a compasión, extendió la mano, lo tocó y le dijo: — Quiero; sé limpio.