Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 10:15-25 verso por verso
De cierto les digo que cualquiera que no reciba el reino de Dios como un niño jamás entrará en él”.
Entonces, tomándolos en los brazos, puso las manos sobre ellos y los bendijo.
Cuando salía para continuar su camino, un hombre vino corriendo, se puso de rodillas delante de él y le preguntó: — Maestro bueno, ¿qué haré para obtener la vida eterna?
Pero Jesús le dijo: — ¿Por qué me llamas “bueno”? Ninguno es bueno, sino solo uno, Dios.
Tú conoces los mandamientos: No cometas homicidio, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre.
Pero él le dijo: — Maestro, todo esto he guardado desde mi juventud.
Entonces, al mirarlo Jesús, le amó y le dijo: — Una cosa te falta: Anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres; y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Pero él, abatido por esta palabra, se fue triste porque tenía muchas posesiones.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: — ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
Los discípulos se asombraron por sus palabras; pero Jesús, respondiendo de nuevo, les dijo: — Hijitos, ¡cuán difícil es entrar en el reino de Dios!.
Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.