Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 10:45-49 verso por verso
Porque el Hijo del Hombre tampoco vino para ser servido sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos.
Entonces llegaron a Jericó. Y cuando él iba saliendo de Jericó junto con sus discípulos y una gran multitud, el ciego Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Y cuando oyó que era Jesús de Nazaret, comenzó a gritar diciendo: — ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Muchos lo regañaban para que se callara, pero él gritaba aun más fuerte: — ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Entonces Jesús se detuvo y mandó llamarle. Llamaron al ciego diciéndole: — Ten confianza. Levántate. Él te llama.