Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 10:48-52 verso por verso
Muchos lo regañaban para que se callara, pero él gritaba aun más fuerte: — ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Entonces Jesús se detuvo y mandó llamarle. Llamaron al ciego diciéndole: — Ten confianza. Levántate. Él te llama.
Entonces él, tirando su manto, se levantó y fue a Jesús.
Y Jesús le respondió diciendo: — ¿Qué quieres que te haga? El ciego le dijo: — Rabí, que yo recobre la vista.
Jesús le dijo: — Vete. Tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista y seguía a Jesús en el camino.