Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 13:9-23 verso por verso
»Pero ustedes miren por ustedes mismos. Porque los entregarán en los concilios, y serán azotados en las sinagogas. Por mi causa serán llevados delante de gobernadores y de reyes, para testimonio a ellos.
Es necesario que primero el evangelio sea predicado a todas las naciones.
Cuando los lleven para entregarlos, no se preocupen por lo que tengan que decir. Más bien, hablen lo que les sea dado en aquella hora; porque no son ustedes los que hablan sino el Espíritu Santo.
El hermano entregará a muerte a su hermano, y el padre a su hijo. Se levantarán los hijos contra sus padres y los harán morir.
Y ustedes serán aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero el que persevere hasta el fin, este será salvo.
»Pero cuando vean que la abominación desoladora se ha establecido donde no debe estar (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes.
El que esté en la azotea no descienda ni entre para sacar algo de su casa,
y el que esté en el campo no vuelva atrás para tomar su manto.
¡Ay de las que estén embarazadas y de las que críen en aquellos días!
Oren, pues, que no acontezca en invierno.
Porque aquellos días serán de tribulación como nunca ha habido desde el principio de la creación que Dios creó hasta ahora ni habrá jamás.
Si el Señor no hubiera acortado aquellos días, no se salvaría nadie; pero, por causa de los escogidos que él eligió, él ha acortado aquellos días.
»Entonces, si alguien les dice: “He aquí, aquí está el Cristo”, o “He allí, allí está”, no le crean.
Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán señales y maravillas para engañar, de ser posible, a los escogidos.
Pero ustedes, ¡miren! Se lo he dicho todo de antemano.