Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 15:12-24 verso por verso
De nuevo intervino Pilato y les decía: — ¿Qué, pues, quieren que haga con el que llaman “el rey de los judíos”?
De nuevo gritaron: — ¡Crucifícalo!
Entonces Pilato les dijo: — Pues, ¿qué mal ha hecho? Pero lanzaron gritos aun más fuertes: — ¡Crucifícalo!
Entonces Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.
Entonces los soldados lo llevaron dentro del atrio, que es el Pretorio, y convocaron a toda la compañía.
Lo vistieron de púrpura y, habiendo entretejido una corona de espinas, se la pusieron
y comenzaron a aclamarle: — ¡Viva, rey de los judíos!
También le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y puestos de rodillas le rendían homenaje.
Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron su propia ropa. Entonces lo sacaron para crucificarle.
Obligaron a uno que pasaba viniendo del campo, a un cierto Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, a que cargara la cruz de Jesús.
Y lo llevaron al lugar llamado Gólgota, que traducido es lugar de la Calavera.
Le dieron vino mezclado con mirra, pero él no lo tomó.
Y lo crucificaron, y repartieron sus vestidos echando suertes sobre ellos para ver qué se llevaría cada uno.