Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 2:9-41 verso por verso
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”; o decirle: “Levántate, toma tu camilla y anda”?
Pero, para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad para perdonar pecados en la tierra — dijo al paralítico — :
A ti te digo, ¡levántate, toma tu camilla y vete a tu casa!
Y se levantó, y en seguida tomó su camilla y salió en presencia de todos, de modo que todos se asombraron y glorificaron a Dios diciendo: — ¡Jamás hemos visto cosa semejante!
Jesús salió otra vez junto al mar, y toda la gente venía a él y él les enseñaba.
Y pasando, vio a Leví hijo de Alfeo sentado en el lugar de los tributos públicos, y le dijo: “¡Sígueme!”. Y levantándose, lo siguió.
Sucedió que, estando Jesús sentado a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores estaban también sentados a la mesa con Jesús y sus discípulos, porque eran muchos y lo habían seguido.
Y cuando los escribas de los fariseos lo vieron comer con los pecadores y publicanos, decían a sus discípulos: — ¿Por qué come con los publicanos y pecadores?
Al oírlo, Jesús les dijo: — Los sanos no tienen necesidad de médico sino los que están enfermos. No he venido para llamar a justos sino a pecadores.
Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando. Fueron a Jesús y le dijeron: — ¿Por qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos pero tus discípulos no ayunan?
Jesús les dijo: — ¿Acaso pueden ayunar los que están de bodas mientras el novio está con ellos? Entretanto que tienen al novio con ellos, no pueden ayunar.
Pero vendrán días cuando el novio les será quitado. Entonces, en aquel día ayunarán.
Nadie pone parche de tela nueva en vestido viejo. De otra manera, el parche nuevo tira del viejo, y la rotura se hace peor.
Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos. De otra manera, el vino rompe los odres, y se pierde el vino y también los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos.
Aconteció que Jesús pasaba por los sembrados en sábado, y sus discípulos se pusieron a caminar arrancando espigas.
Los fariseos le decían: — Mira, ¿por qué hacen en los sábados lo que no es lícito?
Y él les dijo: — ¿Nunca han leído qué hizo David cuando tuvo necesidad y pasó hambre él y los que estaban con él;
cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la Presencia, y aun dio a los que estaban con él; cosa que no es lícito comer, salvo a los sacerdotes?
— También les dijo — : El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado.
Así que el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.