Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 3:22-35 verso por verso
Los escribas que habían descendido de Jerusalén decían que estaba poseído por Beelzebul y que mediante el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
Y habiéndolos llamado a su lado, les hablaba en parábolas: “¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
Si un reino se divide contra sí, ese reino no puede permanecer.
Si una casa se divide contra sí, esa casa no podrá permanecer.
Y si Satanás se levanta contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer sino que su fin ha llegado.
Al contrario, nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes a menos que primero ate al hombre fuerte. Y entonces saqueará su casa.
De cierto les digo que a los hijos de los hombres les serán perdonados todos los pecados y blasfemias, cualesquiera que sean.
Pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás sino que es culpable de pecado eterno”.
Dijo esto porque decían: “Tiene espíritu inmundo”.
Entonces fueron su madre y sus hermanos, y quedándose fuera enviaron a llamarle.
Mucha gente estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: — Mira, tu madre, tus hermanos y tus hermanas te buscan afuera.
Él, respondiendo, les dijo: — ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?
Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: — ¡He aquí mi madre y mis hermanos!
Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, este es mi hermano, mi hermana y mi madre.