• Marco 4:26

    También decía: “Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra.

  • Marco 4:27

    Él duerme de noche y se levanta de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.

  • Marco 4:28

    Porque de por sí la tierra da fruto: primero el tallito, luego las espigas y después el grano lleno en la espiga.

  • Marco 4:29

    Y cuando el fruto se ha producido, en seguida él mete la hoz porque la siega ha llegado”.

  • Marco 4:30

    También decía: “¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿Con qué parábola lo compararemos?

  • Marco 4:31

    Es como un grano de mostaza que, cuando es sembrado en la tierra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra.

  • Marco 4:32

    Pero una vez sembrado, crece y se convierte en la más grande de todas las hortalizas, y echa ramas muy grandes de modo que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra”.

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