Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 4:30-41 verso por verso
También decía: “¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿Con qué parábola lo compararemos?
Es como un grano de mostaza que, cuando es sembrado en la tierra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra.
Pero una vez sembrado, crece y se convierte en la más grande de todas las hortalizas, y echa ramas muy grandes de modo que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra”.
Con muchas parábolas semejantes les hablaba la palabra conforme a lo que podían oír.
No les hablaba sin parábolas, pero en privado les explicaba todo a sus discípulos.
Aquel día, al anochecer, les dijo: — Pasemos al otro lado.
Y después de despedir a la multitud, lo recibieron tal como estaba, en la barca. Y había otras barcas con él.
Entonces se levantó una gran tempestad de viento que arrojaba las olas a la barca de modo que la barca ya se anegaba.
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal, pero lo despertaron diciendo: — ¡Maestro! ¿No te importa que perezcamos?
Y despertándose, reprendió al viento y dijo al mar: — ¡Calla! ¡Enmudece! Y el viento cesó y se hizo grande bonanza.
Y les dijo: — ¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?
Ellos temieron con gran temor; y se decían el uno al otro: — Entonces, ¿quién es este que hasta el viento y el mar le obedecen?