Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 4:35-39 verso por verso
Aquel día, al anochecer, les dijo: — Pasemos al otro lado.
Y después de despedir a la multitud, lo recibieron tal como estaba, en la barca. Y había otras barcas con él.
Entonces se levantó una gran tempestad de viento que arrojaba las olas a la barca de modo que la barca ya se anegaba.
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal, pero lo despertaron diciendo: — ¡Maestro! ¿No te importa que perezcamos?
Y despertándose, reprendió al viento y dijo al mar: — ¡Calla! ¡Enmudece! Y el viento cesó y se hizo grande bonanza.