Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 4:37-40 verso por verso
Entonces se levantó una gran tempestad de viento que arrojaba las olas a la barca de modo que la barca ya se anegaba.
Y él estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal, pero lo despertaron diciendo: — ¡Maestro! ¿No te importa que perezcamos?
Y despertándose, reprendió al viento y dijo al mar: — ¡Calla! ¡Enmudece! Y el viento cesó y se hizo grande bonanza.
Y les dijo: — ¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?