Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 5:34-43 verso por verso
Él le dijo: — Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda sanada de tu azote.
Mientras él aún hablaba, vinieron de la casa del principal de la sinagoga diciendo: — Tu hija ha muerto. ¿Para qué molestas más al Maestro?
Pero Jesús, sin hacer caso a esta palabra que se decía, dijo al principal de la sinagoga: — No temas; solo cree.
Y no permitió que nadie lo acompañara, sino Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo.
Llegaron a la casa del principal de la sinagoga, y él vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
Y al entrar les dijo: — ¿Por qué hacen alboroto y lloran? La niña no ha muerto sino que duerme.
Ellos se burlaban de él. Pero él los sacó a todos, y tomó al padre y a la madre de la niña y a los que estaban con él, y entró a donde estaba la niña.
Tomó la mano de la niña y le dijo: — Talita, cumi (que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate).
Y en seguida la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y quedaron atónitos.
Él les mandó estrictamente que nadie lo supiera y ordenó que le dieran a ella de comer.