Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 6:12-24 verso por verso
Entonces ellos salieron y predicaron que la gente se arrepintiera.
Echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban.
El rey Herodes oyó de Jesús, porque su nombre había llegado a ser muy conocido. Unos decían: “Juan el Bautista ha resucitado de los muertos, y por esta razón operan estos poderes en él”.
Otros decían: “Es Elías”. Mientras otros decían: “Es profeta como uno de los profetas”.
Pero cuando Herodes oyó esto, dijo: “¡Juan, a quien yo decapité, ha resucitado!”.
Porque Herodes mismo había mandado prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodía, la mujer de su hermano Felipe; porque se había casado con ella.
Pues Juan le decía a Herodes: “No te es lícito tener a la mujer de tu hermano”.
Pero Herodía lo acechaba y deseaba matarlo, aunque no podía
porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y lo protegía. Y al escucharlo quedaba muy perplejo, pero le oía de buena gana.
Llegó un día oportuno cuando Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, dio una cena para sus altos oficiales, los tribunos y las personas principales de Galilea.
Entonces la hija de Herodía entró y danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey le dijo a la muchacha: — Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.
Y le juró mucho: — Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.
Ella salió y dijo a su madre: — ¿Qué pediré? Y esta dijo: — La cabeza de Juan el Bautista.