Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 6:21-41 verso por verso
Llegó un día oportuno cuando Herodes, en la fiesta de su cumpleaños, dio una cena para sus altos oficiales, los tribunos y las personas principales de Galilea.
Entonces la hija de Herodía entró y danzó, y agradó a Herodes y a los que estaban con él a la mesa; y el rey le dijo a la muchacha: — Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.
Y le juró mucho: — Todo lo que me pidas te daré, hasta la mitad de mi reino.
Ella salió y dijo a su madre: — ¿Qué pediré? Y esta dijo: — La cabeza de Juan el Bautista.
En seguida ella entró con prisa al rey y le pidió diciendo: — Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el Bautista.
El rey se entristeció mucho pero, a causa del juramento y de los que estaban a la mesa, no quiso rechazarla.
Inmediatamente el rey envió a uno de la guardia y mandó que fuera traída la cabeza de Juan. Este fue, lo decapitó en la cárcel
y llevó su cabeza en un plato; la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre.
Cuando sus discípulos oyeron esto, fueron y tomaron su cuerpo, y lo pusieron en un sepulcro.
Los apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado.
Él les dijo: — Vengan ustedes aparte a un lugar desierto, y descansen un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, y ni siquiera tenían oportunidad para comer.
Y se fueron solos en la barca a un lugar desierto.
Pero muchos los vieron ir y los reconocieron. Y corrieron allá a pie de todas las ciudades y llegaron antes que ellos.
Cuando Jesús salió, vio una gran multitud y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor. Entonces comenzó a enseñarles muchas cosas.
Como la hora era ya muy avanzada, sus discípulos se acercaron a él y le dijeron: — El lugar es desierto y la hora avanzada.
Despídelos para que vayan a los campos y las aldeas de alrededor y compren para sí algo que comer.
Él les respondió y dijo: — Denles ustedes de comer. Le dijeron: — ¿Que vayamos y compremos pan con el salario de más de seis meses, y les demos de comer?
Él les dijo: — ¿Cuántos panes tienen? Vayan y vean. Al enterarse, le dijeron: — Cinco, y dos pescados.
Él les mandó que hicieran recostar a todos por grupos sobre la hierba verde.
Se recostaron por grupos, de cien en cien y de cincuenta en cincuenta.
Y él tomó los cinco panes y los dos pescados y, alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes. Luego iba dando a sus discípulos para que los pusieran delante de los hombres, y también repartió los dos pescados entre todos.