Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 7:1-15 verso por verso
Se juntaron a Jesús los fariseos y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalén.
Ellos vieron que algunos discípulos de él estaban comiendo pan con las manos impuras; es decir, sin lavar.
Pues los fariseos y todos los judíos, si no se lavan las manos hasta la muñeca, no comen porque se aferran a la tradición de los ancianos.
Cuando vuelven del mercado, si no se lavan, no comen. Y hay muchas otras cosas que aceptaron para guardar, como los lavamientos de las copas, de los jarros y de los utensilios de bronce y de los divanes.
Le preguntaron los fariseos y los escribas: — ¿Por qué no andan tus discípulos de acuerdo con la tradición de los ancianos sino que comen pan con las manos impuras?
Y les respondió diciendo: — Bien profetizó Isaías acerca de ustedes, hipócritas, como está escrito: Este pueblo me honra de labios, pero su corazón está lejos de mí.
Y en vano me rinden culto, enseñando como doctrina los mandamientos de hombres.
Porque dejando los mandamientos de Dios, se aferran a la tradición de los hombres.
Les decía también: — ¡Bien desechan el mandamiento de Dios para establecer su tradición!
Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y: El que maldiga a su padre o a su madre muera irremisiblemente.
Pero ustedes dicen que si alguien le dice a su padre o madre: “Aquello con que hubieras sido beneficiado de parte mía es Corbán” — es decir, una ofrenda a Dios — ,
ya no le permiten hacer nada por su padre o su madre.
Así invalidan la palabra de Dios mediante su tradición que han transmitido, y hacen muchas cosas semejantes a estas.
Llamando a sí otra vez a toda la multitud, les decía: — ¡Óiganme todos y entiendan!
No hay nada fuera del hombre que, por entrar en él, lo pueda contaminar. Pero lo que sale del hombre es lo que contamina al hombre.