Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 7:33-35 verso por verso
Y tomándolo aparte de la multitud, metió los dedos en sus orejas, escupió y tocó su lengua.
Luego, mirando al cielo, suspiró y le dijo: — ¡Efata! (esto es: Sé abierto).
Y de inmediato fueron abiertos sus oídos y desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien.