• Marco 8:24

    Al mirar, él decía: — Veo a los hombres, pero los veo como árboles que andan.

  • Marco 8:25

    Luego puso otra vez las manos sobre sus ojos, y el ciego miró intensamente. Y fue restaurada su vista, y veía todo de lejos y claramente.

  • Marco 8:26

    Entonces Jesús lo envió a su casa, diciéndole: — No entres en la aldea.

  • Marco 8:27

    Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó a sus discípulos diciendo: — ¿Quién dice la gente que soy yo?

  • Marco 8:28

    Ellos respondieron: — Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; otros, uno de los profetas.

  • Marco 8:29

    Entonces él les preguntó: — Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Respondiendo Pedro le dijo: — ¡Tú eres el Cristo!

Continúa después de la publicidad