• Marco 8:25

    Luego puso otra vez las manos sobre sus ojos, y el ciego miró intensamente. Y fue restaurada su vista, y veía todo de lejos y claramente.

  • Marco 8:26

    Entonces Jesús lo envió a su casa, diciéndole: — No entres en la aldea.

  • Marco 8:27

    Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó a sus discípulos diciendo: — ¿Quién dice la gente que soy yo?

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