Explicación, estudio y comentario bíblico de Marco 9:26-28 verso por verso
Entonces, clamando y desgarrándolo con violencia, el espíritu salió y el muchacho quedó como muerto, de modo que muchos decían: — ¡Está muerto!
Pero Jesús lo tomó de la mano y lo enderezó, y él se levantó.
Cuando él entró en casa, sus discípulos le preguntaron en privado: — ¿Por qué no pudimos nosotros echarlo fuera?