Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 15:25-28 verso por verso
Entonces ella vino y se postró delante de él diciéndole: — ¡Señor, socórreme!
Él le respondió diciendo: — No es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos.
Y ella dijo: — Sí, Señor. Pero aun los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus dueños.
Entonces respondió Jesús y le dijo: — ¡Oh mujer, grande es tu fe! Sea hecho contigo como quieres. Y su hija fue sana desde aquella hora.