• Mateo 16:16

    Respondió Simón Pedro y dijo: — ¡Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!

  • Mateo 16:17

    Entonces Jesús respondió y le dijo: — Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

  • Mateo 16:18

    Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

  • Mateo 16:19

    A ti te daré las llaves del reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.

  • Mateo 16:20

    Entonces mandó a los discípulos que no dijeran a nadie que él era el Cristo.

  • Mateo 16:21

    Desde entonces, Jesús comenzó a explicar a sus discípulos que le era preciso ir a Jerusalén y padecer mucho de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto y resucitar al tercer día.

  • Mateo 16:22

    Pedro lo tomó aparte y comenzó a reprenderlo diciendo: — Señor, ten compasión de ti mismo. ¡Jamás te suceda esto!

  • Mateo 16:23

    Entonces él volviéndose, le dijo a Pedro: — ¡Quítate de delante de mí, Satanás! Me eres tropiezo porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

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