Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 17:9-21 verso por verso
Mientras ellos descendían del monte, Jesús les mandó, diciendo: — No mencionen la visión a nadie, hasta que el Hijo del Hombre resucite de entre los muertos.
Entonces los discípulos le preguntaron diciendo: — ¿Por qué dicen los escribas que es necesario que Elías venga primero?
Y respondiendo dijo: — A la verdad, Elías viene y restaurará todas las cosas.
Pero yo les digo que Elías ya vino, y no lo reconocieron; más bien, hicieron con él todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre ha de padecer de ellos.
Entonces los discípulos entendieron que les hablaba de Juan el Bautista.
Cuando llegaron a la multitud, vino a él un hombre y se arrodilló delante de él,
diciendo: — ¡Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático y padece gravemente! Pues muchas veces cae en el fuego, y muchas veces en el agua.
Lo traje a tus discípulos, y no lo pudieron sanar.
Jesús respondió y dijo: — ¡Oh generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo estaré con ustedes? ¿Hasta cuándo los soportaré? ¡Tráiganmelo acá!
Jesús le reprendió, y el demonio salió de él; y el niño fue sanado desde aquella hora.
Luego, los discípulos se acercaron en privado a Jesús y le dijeron: — ¿Por qué no pudimos nosotros echarlo fuera?
Jesús les dijo: — Por causa de la poca fe de ustedes. Porque de cierto les digo que si tienen fe como un grano de mostaza, dirían a este monte: “Pásate de aquí, allá”; y se pasará. Nada les será imposible.