Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 18:31-34 verso por verso
»Así que, cuando sus consiervos vieron lo que había sucedido, se entristecieron mucho; y fueron y declararon a su señor todo lo que había sucedido.
Entonces su señor le llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te perdoné porque me rogaste.
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, así como también yo tuve misericordia de ti?”.
Y su señor, enojado, lo entregó a los verdugos hasta que le pagara todo lo que le debía.