Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 18:32-34 verso por verso
Entonces su señor le llamó y le dijo: “¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te perdoné porque me rogaste.
¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, así como también yo tuve misericordia de ti?”.
Y su señor, enojado, lo entregó a los verdugos hasta que le pagara todo lo que le debía.