Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 20:29-31 verso por verso
Saliendo ellos de Jericó, lo siguió una gran multitud.
Y he aquí dos ciegos estaban sentados junto al camino y, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron diciendo: — ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!
La gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaron aún más fuerte diciendo: — ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!