• Mateo 23:7

    las salutaciones en las plazas y el ser llamados por los hombres: Rabí, Rabí.

  • Mateo 23:8

    “Pero ustedes, no sean llamados Rabí; porque uno solo es su Maestro, y todos ustedes son hermanos.

  • Mateo 23:9

    Y no llamen a nadie su Padre en la tierra, porque su Padre que está en los cielos es uno solo.

  • Mateo 23:10

    Ni los llamen Guía, porque su Guía es uno solo, el Cristo.

  • Mateo 23:11

    Pero el que es mayor entre ustedes será su siervo;

  • Mateo 23:12

    porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.

  • Mateo 23:13

    “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cierran el reino de los cielos delante de los hombres. Pues ustedes no entran, ni dejan entrar a los que están entrando.

  • Mateo 23:14

    [1],

  • Mateo 23:15

    “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque recorren mar y tierra para hacer un solo prosélito y, cuando lo logran, le hacen un hijo del infierno dos veces más que ustedes.

  • Mateo 23:16

    “¡Ay de ustedes, guías ciegos! Pues dicen: ‘Si uno jura por el santuario, no significa nada; pero si jura por el oro del santuario, queda bajo obligación’.

  • Mateo 23:17

    ¡Necios y ciegos! ¿Cuál es más importante: el oro o el santuario que santifica al oro?

  • Mateo 23:18

    O dicen: ‘Si uno jura por el altar, no significa nada; pero si jura por la ofrenda que está sobre el altar, queda bajo obligación’.

  • Mateo 23:19

    ¡Ciegos! ¿Cuál es más importante: la ofrenda o el altar que santifica a la ofrenda?

  • Mateo 23:20

    Por tanto, el que jura por el altar, jura por el altar y por todo lo que está sobre él.

  • Mateo 23:21

    Y el que jura por el santuario, jura por el santuario y por aquel que habita en él.

  • Mateo 23:22

    Y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado sobre él.

  • Mateo 23:23

    “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque entregan el diezmo de la menta, del eneldo y del comino; pero han omitido lo más importante de la ley, a saber: el juicio, la misericordia y la fe. Era necesario hacer estas cosas sin omitir aquellas.

  • Mateo 23:24

    ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito pero tragan el camello!

  • Mateo 23:25

    “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpian lo de afuera del vaso o del plato, pero por dentro están llenos de robo y de desenfreno.

  • Mateo 23:26

    ¡Fariseo ciego! ¡Limpia primero el interior del vaso para que también el exterior se haga limpio!

  • Mateo 23:27

    “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque son semejantes a sepulcros blanqueados que, a la verdad, se muestran hermosos por fuera; pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda impureza.

  • Mateo 23:28

    Así también ustedes, a la verdad, por fuera se muestran justos a los hombres; pero por dentro están llenos de hipocresía e iniquidad.

  • Mateo 23:29

    “¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edifican los sepulcros de los profetas y adornan los monumentos de los justos,

  • Mateo 23:30

    y dicen: ‘Si hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no habríamos sido sus cómplices en la sangre de los profetas’.

  • Mateo 23:31

    Así dan testimonio contra ustedes mismos de que son hijos de aquellos que mataron a los profetas.

  • Mateo 23:32

    ¡ Colmen también ustedes la medida de sus padres!

  • Mateo 23:33

    “¡Serpientes! ¡Generación de víboras! ¿Cómo se escaparán de la condenación del infierno?

  • Mateo 23:34

    Por tanto, miren; yo les envío profetas, sabios y escribas; y de ellos, a unos los matarán y crucificarán, y a otros los azotarán en sus sinagogas y perseguirán de ciudad en ciudad,

  • Mateo 23:35

    de manera que venga sobre ustedes toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien mataron entre el santuario y el altar.

  • Mateo 23:36

    De cierto les digo, que todo esto recaerá sobre esta generación.

  • Mateo 23:37

    “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, así como la gallina junta a sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste!

  • Mateo 23:38

    He aquí, su casa les es dejada desierta,

  • Mateo 23:39

    porque les digo que desde ahora no me verán más hasta que digan: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.

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