Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 24:17-41 verso por verso
El que esté en la azotea no descienda para sacar algo de su casa,
y el que esté en el campo no vuelva atrás a tomar su manto.
¡Ay de las mujeres que estén embarazadas y de las que críen en aquellos días!
Oren, pues, que su huida no sea en invierno ni en sábado;
porque entonces habrá gran tribulación como no ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni habrá jamás.
Si aquellos días no fueren acortados, no se salvaría nadie; pero por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados.
»Entonces, si alguien les dice: “Miren, aquí está el Cristo”, o “Está acá”, no le crean.
Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y harán grandes señales y maravillas de tal manera que engañarán, de ser posible, aun a los escogidos.
¡Miren! Se los he dicho de antemano.
Así que, si les dicen: “Miren, está en el desierto”, no salgan; o “Miren, está en las habitaciones interiores”, no lo crean.
Porque así como el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.
Porque donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.
»Pero inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor. Las estrellas caerán del cielo y los poderes de los cielos serán sacudidos.
»Entonces se manifestará la señal del Hijo del Hombre en el cielo, y en ese tiempo harán duelo todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria.
Él enviará a sus ángeles con un gran sonar de trompeta, y ellos reunirán a los escogidos de él de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
»De la higuera aprendan la parábola: Cuando su rama ya está tierna y brotan sus hojas, saben que el verano está cerca.
Así también ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que está cerca, a las puertas.
De cierto les digo que no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
»Pero acerca de aquel día y aquella hora, nadie sabe; ni siquiera los ángeles de los cielos, ni aun el Hijo, sino solo el Padre.
Porque como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.
Pues como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en casamiento hasta el día en que Noé entró en el arca,
y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.
En aquel entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.
Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra dejada.