Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 25:5-19 verso por verso
Y como tardaba el novio, todas cabecearon y se quedaron dormidas.
A la medianoche se oyó gritar: “¡He aquí el novio! ¡Salgan a recibirle!”.
Entonces, todas aquellas vírgenes se levantaron y alistaron sus lámparas.
Y las insensatas dijeron a las prudentes: “Dennos de su aceite, porque nuestras lámparas se apagan”.
Pero las prudentes respondieron diciendo: “No, no sea que nos falte a nosotras y a ustedes; vayan, más bien, a los vendedores y compren para ustedes mismas”.
Mientras ellas iban para comprar, llegó el novio; y las preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta.
Después vinieron también las otras vírgenes diciendo: “¡Señor, señor, ábrenos!”.
Pero él respondiendo dijo: “De cierto les digo que no las conozco”.
Velen, pues, porque no saben ni el día ni la hora.
»Porque el reino de los cielos será semejante a un hombre que, al emprender un viaje largo, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.
A uno dio cinco mil monedas, a otro dos mil, y a otro mil. A cada uno dio conforme a su capacidad y se fue lejos.
Inmediatamente, el que había recibido cinco mil monedas se fue, negoció con ellas y ganó otras cinco mil monedas.
De la misma manera, el que había recibido dos mil ganó también otras dos mil.
Pero el que había recibido mil fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.
»Después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos.