Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 26:39-56 verso por verso
Pasando un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: — Padre mío, de ser posible, pase de mí esta copa. Pero, no sea como yo quiero, sino como tú.
Volvió a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: — ¿Así que no han podido velar ni una sola hora conmigo?
Velen y oren, para que no entren en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto; pero la carne es débil.
Por segunda vez se apartó y oró diciendo: — Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Cuando volvió otra vez, los halló durmiendo porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
Dejándolos, se apartó de nuevo y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.
Entonces volvió a sus discípulos y les dijo: — ¿Todavía están durmiendo y descansando? He aquí la hora está cerca, y el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de pecadores.
¡Levántense, vamos! He aquí está cerca el que me entrega.
Mientras él aún hablaba, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
El que le entregaba les había dado señal diciendo: “Al que yo bese, ese es. Préndanle”.
De inmediato se acercó a Jesús y dijo: — ¡Te saludo, Rabí! Y lo besó.
Pero Jesús le dijo: — Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.
Y he aquí uno de los que estaban con Jesús extendió su mano, sacó su espada y, golpeando a un siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja.
Entonces Jesús le dijo: — Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman espada, a espada perecerán.
¿O piensas que no puedo invocar a mi Padre y que él no me daría ahora mismo más de doce legiones de ángeles?
Entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que es necesario que suceda de esta manera?
En ese momento Jesús dijo a la multitud: — ¿Como contra un asaltante han salido con espadas y palos para prenderme? Cada día me sentaba enseñando en el templo, y no me prendieron.
Pero todo esto ha ocurrido para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron.