Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 26:40-46 verso por verso
Volvió a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: — ¿Así que no han podido velar ni una sola hora conmigo?
Velen y oren, para que no entren en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto; pero la carne es débil.
Por segunda vez se apartó y oró diciendo: — Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
Cuando volvió otra vez, los halló durmiendo porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.
Dejándolos, se apartó de nuevo y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.
Entonces volvió a sus discípulos y les dijo: — ¿Todavía están durmiendo y descansando? He aquí la hora está cerca, y el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de pecadores.
¡Levántense, vamos! He aquí está cerca el que me entrega.