Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 27:50-54 verso por verso
Pero Jesús clamó otra vez a gran voz y entregó el espíritu.
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló y las rocas se partieron.
Se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron;
y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.
Y cuando el centurión y los que con él guardaban a Jesús vieron el terremoto y las cosas que habían sucedido, temieron en gran manera y dijeron: — ¡Verdaderamente este era Hijo de Dios!