Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 5:1-16 verso por verso
Cuando vio la multitud, subió al monte y, al sentarse él, se le acercaron sus discípulos.
Y abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
“Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
“Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia.
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
“Bienaventurados los que hacen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
“Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Bienaventurados son cuando los vituperen y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes por mi causa, mintiendo.
Gócense y alégrense, porque su recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida.
Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa.
Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.