Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 5:8-19 verso por verso
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
“Bienaventurados los que hacen la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
“Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
“Bienaventurados son cuando los vituperen y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes por mi causa, mintiendo.
Gócense y alégrense, porque su recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas que fueron antes de ustedes.
“Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.
“Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no puede ser escondida.
Tampoco se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero; y así alumbra a todos los que están en la casa.
Así alumbre la luz de ustedes delante de los hombres, de modo que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos.
“No piensen que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir.
De cierto les digo que hasta que pasen el cielo y la tierra ni siquiera una jota ni una tilde pasará de la ley hasta que todo haya sido cumplido.
“Por lo tanto, cualquiera que quebrante el más pequeño de estos mandamientos y así enseñe a los hombres, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero cualquiera que los cumpla y los enseñe, este será considerado grande en el reino de los cielos.