Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 8:18-24 verso por verso
Cuando se vio rodeado de una multitud, Jesús mandó que pasaran a la otra orilla.
Entonces se le acercó un escriba y le dijo: — Maestro, te seguiré a dondequiera que vayas.
Jesús le dijo: — Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
Otro de sus discípulos le dijo: — Señor, permíteme que primero vaya y entierre a mi padre.
Pero Jesús le dijo: — Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.
Él entró en la barca, y sus discípulos lo siguieron.
Y de repente se levantó una tempestad tan grande en el mar que las olas cubrían la barca, pero él dormía.