Explicación, estudio y comentario bíblico de Mateo 9:1-3 verso por verso
Habiendo entrado en la barca, Jesús pasó a la otra orilla y llegó a su propia ciudad.
Entonces le trajeron un paralítico tendido sobre una camilla. Y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: — Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.
He aquí, algunos de los escribas dijeron entre sí: — ¡Este blasfema!