Es fácil tomar la decisión de huir a Tarsis cuando eres Jonás. Al fin y al cabo, aunque era un cabeza dura, el profeta sabía exactamente lo que Dios quería. Desobedeció con la claridad de la situación. Pero... ¿qué pasa cuando no sabes si el Señor quiere que vayas a Nínive, Tarsis, Columbandê o Paramaribo? ¿Qué dirección tomar?

Sabemos que caminar según la voluntad de Dios es lo que nos llevará a los verdes pastos. La cuestión es que, como fracasados y pecadores, a menudo nos equivocamos. Creemos que Dios quiere que nos dirijamos al oeste cuando lo que quiere es que nos dirijamos al este. Y nos rompemos la espalda.

Si se ha enfrentado a dilemas sobre qué camino tomar, sepa que no está solo. David se encontró en esta situación muchas veces. Y nos dejó una pista sobre qué hacer: "Muéstrame qué camino debo seguir, porque me encomiendo a ti. "... Que tu Espíritu de bondad me haga avanzar por un camino seguro y recto" (Sal. 143, 8-10).

David fue claro: si queremos seguir el camino correcto, debemos dejar que nos guíe quien conoce el camino. Para ello, son necesarias dos actitudes: 1) Estar siempre cerca del guía; 2) Seguir el camino que él señala y no el que nuestra terquedad determina. Y esto sólo es posible si superamos nuestro ego.

En lenguaje bíblico, superar el ego es "negarse a sí mismo". Y Jesús dejó claro que si uno quería seguirle (es decir, dejarse guiar por él), tendría que aniquilar el ego. Niégate a ti mismo. Toma su cruz. Y luego seguirlo.

Sí, el camino para cumplir la voluntad de Dios es siempre dudar de las propias voluntades y certezas. Porque es esta sana pregunta sobre uno mismo la que da cabida al "¿y si...?". ¿Y si me equivoco? ¿Y si el camino es diferente? ¿Y si Dios no quiere esto? Cuando te encuentres dudando de tus caminos, sólo te queda acudir al guía. Busca el rostro del guía. Anhela la intimidad de Aquel que conoce el camino. Y con eso, habrás cumplido la voluntad de Dios.

¿Por qué?

Porque lo que Dios realmente quiere es que estés con él. Y una vez que estés en presencia del Eterno, cualquier dirección que tomes será la correcta. ¿Extraño? No si entiendes lo principal: más importante que saber qué dirección tomar es caminar junto a Dios en cualquier camino que estés.

Paz a todos los que están en Cristo,