Explicación, estudio y comentario bíblico de Miqueas 4:5-33 verso por verso
Aunque ahora todos los pueblos anden cada uno en el nombre de sus dioses, con todo, nosotros andaremos en el nombre del SEÑOR nuestro Dios, eternamente y para siempre.
“En aquel día, dice el SEÑOR, juntaré a la oveja que cojea y recogeré a la rechazada que yo maltraté.
De la que cojea haré un remanente y de la agobiada haré una nación poderosa. Y el SEÑOR reinará sobre ellos en el monte Sion, desde ahora y para siempre.
Y tú, oh torre del rebaño, colina de la hija de Sion, a ti vendrá el gobierno de antaño; el reino vendrá a la hija de Jerusalén”.
Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿Es que no hay rey en ti? ¿Acaso ha perecido tu consejero? ¿Te ha sobrevenido dolor como a una mujer que da a luz?
Sufre dolor y gime como una mujer que da a luz, oh hija de Sion, porque ahora saldrás de la ciudad, habitarás en el campo y llegarás hasta Babilonia. Allí serás librada y allí te redimirá el SEÑOR de la mano de tus enemigos.
Ahora se han reunido muchas naciones contra ti y dicen: “¡Sea profanada y vean nuestros ojos la ruina de Sion!”.
Pero ellos no conocen los planes del SEÑOR ni comprenden su consejo, a pesar de que él los ha juntado como a gavillas en la era.
¡Levántate y trilla, oh hija de Sion! Haré que tu cuerno sea de hierro y tus uñas de bronce. Desmenuzarás a muchos pueblos y consagrarás al SEÑOR el botín de ellos y sus riquezas al Señor de toda la tierra.