Explicación, estudio y comentario bíblico de Miqueas 7:5-10 verso por verso
No crean en el amigo; no esperen en el compañero. Cuídate de la que duerme en tu seno; guarda también tu boca.
Porque el hijo trata con desdén a su padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su propia casa.
Pero yo miraré al SEÑOR; esperaré en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará!
Tú, oh enemiga mía, no te alegres contra mí; pues aunque caí me levantaré. Aunque yo habite en tinieblas el SEÑOR será mi luz.
Porque pequé contra el SEÑOR soportaré su ira, hasta que él juzgue mi causa y me haga justicia. Él me sacará a la luz y yo veré su justicia.
Mi enemiga lo verá, y la que me decía: “¿Dónde está tu Dios?” se cubrirá de vergüenza. Y mis ojos la verán. ¡Ahora será pisoteada como el lodo de la calle!