Explicación, estudio y comentario bíblico de Nehemías 1:6-11 verso por verso
Por favor, estén atentos tus oídos y abiertos tus ojos para escuchar la oración de tu siervo, que yo hago ahora delante de ti, de día y de noche, por los hijos de Israel, tus siervos. Confieso los pecados que los hijos de Israel hemos cometido contra ti. Sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.
Te hemos ofendido gravemente y no hemos guardado los mandamientos, las leyes y los decretos que mandaste a tu siervo Moisés.
Acuérdate, por favor, de la palabra que mandaste a tu siervo Moisés diciendo: ‘Si son infieles, yo los esparciré entre los pueblos.
Pero si se vuelven a mí, guardan mis mandamientos y los ponen por obra, aunque sus desterrados estén en el extremo de los cielos, de allí los reuniré y los traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre’.
Ellos son tus siervos y tu pueblo a quienes redimiste con tu gran poder y con tu poderosa mano.
Oh Señor, por favor, esté atento tu oído a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que quieren reverenciar tu nombre. Prospera, por favor, a tu siervo hoy y concédele gracia ante aquel hombre”. Entonces yo servía de copero al rey.