Explicación, estudio y comentario bíblico de Nehemías 5:10-16 verso por verso
También yo, mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y granos. Renunciemos, por favor, a esta usura.
Por favor, restitúyanles en este día sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y renuncien a la usura que les demandan por el dinero, por el grano, por el vino y por el aceite.
Ellos respondieron: — Se lo restituiremos y nada les demandaremos. Haremos como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a esta promesa.
Además, sacudí mi ropa y dije: — Así sacuda Dios de su casa y de su propiedad a todo hombre que no cumpla esta promesa; así sea sacudido y quede vacío. Y toda la congregación respondió: — ¡Amén! Así alabaron al SEÑOR, y el pueblo hizo conforme a esta promesa.
Además, desde el día en que el rey me comisionó para que fuera gobernador de ellos en la tierra de Judá, desde el año veinte del rey Artajerjes hasta el año treinta y dos, es decir, doce años, ni yo ni mis hermanos comimos del pan del gobernador.
Los gobernadores que me antecedieron pusieron un pesado yugo sobre el pueblo, y de ellos tomaron cuatrocientos cuarenta gramos de plata, además del pan y del vino. También sus criados se enseñoreaban del pueblo. Pero yo no hice así a causa del temor de Dios.
Yo también participé en la obra de restauración de esta muralla. No compré campos, y todos mis criados estaban juntos allí en la obra.