Explicación, estudio y comentario bíblico de Nehemías 5:6-13 verso por verso
Yo me enojé muchísimo cuando escuché su clamor y estas palabras.
Lo medité y reprendí a los nobles y a los oficiales, diciéndoles: — Practican la usura, cada uno contra su hermano. Luego congregué contra ellos una gran asamblea
y les dije: — Nosotros, conforme a nuestras posibilidades, hemos rescatado a nuestros hermanos judíos que habían sido vendidos a los gentiles. Pero ustedes, ¡hasta venden a sus hermanos para que ellos sean vendidos a nosotros! Ellos callaron, pues no supieron qué responder.
Y yo dije: — No está bien lo que hacen. ¿No deben andar en el temor de nuestro Dios, para no ser motivo de afrenta ante las naciones que son nuestras enemigas?
También yo, mis hermanos y mis criados les hemos prestado dinero y granos. Renunciemos, por favor, a esta usura.
Por favor, restitúyanles en este día sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y renuncien a la usura que les demandan por el dinero, por el grano, por el vino y por el aceite.
Ellos respondieron: — Se lo restituiremos y nada les demandaremos. Haremos como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a esta promesa.
Además, sacudí mi ropa y dije: — Así sacuda Dios de su casa y de su propiedad a todo hombre que no cumpla esta promesa; así sea sacudido y quede vacío. Y toda la congregación respondió: — ¡Amén! Así alabaron al SEÑOR, y el pueblo hizo conforme a esta promesa.