Explicación, estudio y comentario bíblico de Nehemías 8:8-16 verso por verso
Ellos leían en el libro de la Ley de Dios, explicando y aclarando el sentido de modo que entendieran la lectura.
Nehemías, que era el gobernador, el sacerdote y escriba Esdras y los levitas que enseñaban al pueblo decían a todo el pueblo: — ¡Este es un día santo para el SEÑOR su Dios! No se entristezcan ni lloren. Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley.
Luego les dijo: — Vayan, coman ricos manjares, beban bebidas dulces y envíen porciones a los que no tienen nada preparado, porque este es un día santo para nuestro Señor. No se entristezcan porque el gozo del SEÑOR es su fortaleza.
Los levitas hacían que todo el pueblo guardara silencio, y decían: — Callen, porque el día es santo; no se entristezcan.
Así todo el pueblo se fue a comer y a beber, a enviar porciones y a regocijarse con gran alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.
El segundo día se reunieron con el escriba Esdras los jefes de las casas paternas de todo el pueblo, los sacerdotes y los levitas, para profundizar las palabras de la Ley.
Y hallaron escrito en la Ley, que el SEÑOR había mandado por medio de Moisés, que los hijos de Israel debían habitar en cabañas en la fiesta del mes séptimo.
Entonces informaron y mandaron pregonar en todas sus ciudades y en Jerusalén, diciendo: — ¡Salgan al monte y traigan ramas de olivo, ramas de olivo silvestre, ramas de mirto, ramas de palmeras y ramas de árboles frondosos para hacer cabañas, como está escrito!
Entonces el pueblo salió y las trajo. Cada persona hizo cabañas para sí sobre su azotea, en sus patios, en los atrios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas y en la plaza de la puerta de Efraín.