Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 11:24-30 verso por verso
Entonces Moisés salió y dijo al pueblo las palabras del SEÑOR. Reunió a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los hizo estar de pie alrededor del tabernáculo.
Entonces el SEÑOR descendió en la nube y le habló. Tomó del Espíritu que estaba sobre él y lo puso sobre los setenta ancianos. Y sucedió que cuando el Espíritu posó sobre ellos, profetizaron; pero no continuaron haciéndolo.
Pero en el campamento habían quedado dos hombres: uno se llamaba Eldad, y el otro Medad. Sobre ellos también se posó el Espíritu. Ellos estaban entre los que habían sido inscritos pero que no habían ido al tabernáculo, y comenzaron a profetizar en el campamento.
Entonces un joven corrió e informó a Moisés diciendo: — ¡Eldad y Medad profetizan en el campamento!
Luego intervino Josué hijo de Nun, quien era ayudante de Moisés, desde su juventud, y dijo: — ¡Señor mío, Moisés, impídeselo!
Moisés le respondió: — ¿Tienes tú celos por mí? ¡Ojalá que todos fueran profetas en el pueblo del SEÑOR, y que el SEÑOR pusiera su Espíritu sobre ellos!
Moisés volvió al campamento junto con los ancianos de Israel.