Explicación, estudio y comentario bíblico de Números 13:23-33 verso por verso
Después llegaron al arroyo de Escol. Allí cortaron una rama con un racimo de uvas, la cual llevaron entre dos en un palo. También tomaron granadas e higos.
A aquel lugar llamaron arroyo de Escol, por el racimo que los hijos de Israel cortaron allí.
Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar la tierra.
Entonces fueron y se presentaron a Moisés, a Aarón y a toda la congregación de los hijos de Israel, en el desierto de Parán, en Cades, y dieron informes a ellos y a toda la congregación. También les mostraron el fruto de la tierra.
Y le contaron diciendo: — Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la cual ciertamente fluye leche y miel. Este es el fruto de ella.
Solo que el pueblo que habita aquella tierra es fuerte. Sus ciudades están fortificadas y son muy grandes. También vimos allí a los descendientes de Anac.
Amalec habita en la tierra del Néguev; y en la región montañosa están los heteos, los jebuseos y los amorreos. Los cananeos habitan junto al mar y en la ribera del Jordán.
Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: — ¡Ciertamente subamos y tomémosla en posesión, pues nosotros podremos más que ellos!
Pero los hombres que fueron con él dijeron: — No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
Y comenzaron a desacreditar la tierra que habían explorado, diciendo ante los hijos de Israel: — La tierra que fuimos a explorar es tierra que traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en ella son hombres de gran estatura.
También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de gigantes. Nosotros, a nuestros propios ojos, parecíamos langostas; y así parecíamos a sus ojos.